¿ENGORDA?

Añadir una ración de pan con cada comida es una buena forma de cubrir las recomendaciones diarias en la dieta de hidratos de carbono. Pero existen una gran cantidad de mitos (muchos falsos) sobre este alimento. No te los creas y redescubre el placer de algo tan sencillo como delicioso!

Falsos mitos sobre el pan

El pan ha sido, desde tiempos inmemoriales, uno de los protagonistas de la dieta mediterránea pero ha sufrido varios golpes irreparables en su imagen. Los principales responsables han sido todos esos  métodos de adelgazamiento “milagrosos” que lo han catalogado como enemigo número para lucir buen tipo.

Más allá de lo que han manifestado sus detractores, el pan es un alimento que nos aporta energía (gracias a los hidratos de carbono, vitaminas, fibray minerales)  y contribuye a mantener una dieta equilibrada si lo consumimos de forma apropiada. ¿Pero qué se ha dicho de él y qué hay de cierto en todo ello? He aquí algunos de los falsos mitos que han tratado de echar por tierra sus bondades:

Falso mito Nº 1:

«Lo primero que debes eliminar de una dieta es el pan»

La mayoría de nosotros hemos escuchado esta frase o la hemos pronunciado con seguridad sin dudar por un momento que no fuera cierta. Pero en realidad apenas contiene grasa y no engorda tanto como se piensa.  Para demostrarlo, el doctor Félix Gómez-Guillamón Arrabal, médico especialista en Medicina Interna y experto en Nutrición del USP del Hospital de Marbella, trabajó en el estudio “Adelgace comiendo pan” y comprobó que una persona sana, no obesa, si hace algo de ejercicio, puede consumir hasta 400 gramos de pan sin que se convierta en grasa. Algo en lo que coinciden la Dra. Inmaculada Bautista Castaño y el Dr. Lluis Serra Majem, miembros del Grupo de Investigación en Nutrición de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En el estudio que hicieron conjuntamente -“Influencia del consumo de pan en el estado ponderal: revisión sistemática”- concluyeron que no hay una base científica que sustente que el pan tiene una acción directa en el sobrepeso o en la obesidad; por ello, no se debe ni reducir ni excluir de la dieta normal. Realmente, el verdadero aporte calórico está en lo que acompaña a ese pan: salsas,embutido, queso, chocolate, paté, mermeladas, etcétera, productos que por lo general son calóricos y de los que se abusa.

Falso mito Nº 2:

«Para que el pan no engorde, quítale la miga»

En realidad los ingredientes que se utilizan para la elaboración de la corteza y de la miga son exactamente los mismos; la única diferencia es que, durante el proceso de tostado, la corteza pierde el agua de su composición y se deshidrata. Es más, en igualdad de peso entre miga y corteza, la corteza contiene más calorías puesto que la miga presenta un mayor índice de agua, aseguran desde la iniciativa Pan Cada Día.

Falso mito Nº 3:

«Los biscotes engordan menos que el pan normal»

Si bien los dietistas y endocrinos recomiendan su consumo cuando pautan una dieta o menú, no deben sustituir al pan tradicional. A muchos de estos productos se les añaden grasas, azúcares u otros ingredientes para acentuar su sabor por lo que, a igualdad de peso, el biscote concentra más calorías que el pan de barra. La ventaja que ofrecen es que, sus medidas y peso estándar, facilitan el control de su consumo pero no por ser más ligeros o tostados engordarán menos. Como mucho, al ser más difíciles de «mojar», evitaremos tentaciones de salsas calóricas que aporten sabor.

Falso mito Nº 4:

«El pan integral tiene menos calorías»

El pan integral y el refinado aportan las mismas calorías pero la cantidad de fibra es diferente. Ese superior contenido en fibra del pan integral y su bajo índice glucémico hace que, con menos cantidad, nos saciemos antes y tardemos más tiempo en volver a  sentir hambre. De ahi que el aporte calórico sea menor.

Falso mito Nº 5:

«Los bocadillos no pueden incluirse dentro de una dieta sana»

>No cabe duda de que el clásico bocata es económico, se prepara fácilmente y permite todo tipo de combinaciones. Pero hay que insistir en que NO es el pan, sino los ingredientes que escogemos para acompañarlo, lo que pueden hacer de este alimento un verdadero enemigo de tu figura. Si eliges verduras, fiambres, quesos bajos en grasa o carnes magras en lugar de salsas, tocinos o condimentos grasientos, obtendrás una buena alternativa para disfrutar a media mañana, en una comida improvisada o en la  merienda.. Lo importante es guardar unas proporciones en cuanto a su tamaño e ingredientes para que resulte un alimento ligero y completo”, explica la dietista-nutricionista Aída Fernández Escobedo.

Dicho esto, y según la opinión de una gran cantidad de expertos nutricionistas, debemos incluir diariamente el pan en nuestras dietas. Se recomienda consumir entre 30 y 40 gramos (una rodaja mediana) en cada comida, llegando así a ingerir unos cien gramos de pan al día, lo que supone aproximadamente unas 210 calorías, las mismas que tienen dos yogures.

Por todos estos motivos, en Urrutia nos esforzamos cada día para ofrecer un pan natural, artesano y tradicional que recupere el placer de saborear un manjar tan básico. Para cuidar la salud con mucho sabor. ¿Quién va a decir ahora que NO al pan?

 

Fuente: webconsultas.com. 
Imagen: Pixabay.
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