ORO LÍQUIDO

Hablar de nuestra dieta sin mencionar el aceite de oliva sería inapropiado. Y es que se trata de un condimento con reconocidas propiedades para la salud que no falta en, prácticamente, ninguna casa de la geografía del Mediterráneo.

Es importante, sin embargo, distinguir entre los diferentes tipos que se nos ofrecen. De hecho no es lo mismo un aceite de oliva virgen (obtenido por proceso mecánicos sin refinación y con una acidez menor a 2) y el virgen extra (con su acidez de 0.8 y alto contenido de sustancias fenólicas naturales). Lo más recomendable es optar por este último ya que el grado de acidez indica la mayor o menor presencia de ácidos grasos libres.

Los beneficios son innumerables. Destacamos, sin embargo, su fuerte capacidad antioxidante y de reducción del colesterol malo así como su   elevado aporte de vitamina E, que no es otra sino aquella que ayuda a proteger las células del estrés oxidativo y de los procesos inflamatorios propios del envejecimiento y a prevenir enfermedades degenerativas y el cáncer. Ahí es nada.

Incluir el aceite de oliva (mejor virgen extra) en la dieta (lo cual no es difícil) puede contribuir a mejorar la salud pero también a aportar un sabor de mayor intensidad a nuestros platos. De hecho, en Casa Urrutia no renunciamos al empleo de este oro líquido. Eso sí, de producción local y artesanal, para disfrutar siempre y de la mejor manera de los frutos de nuestra tierra.

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