POR TU CEREBRO.

Son una tentación bastante cómoda para superar la falta de tiempo y el hambre al mismo tiempo. Los platos de comida rápida proporcionan una satisfacción inmediata y a corto plazo, pero ¿sabes qué daños pueden causar en tu cerebro?

Un consumo excesivo y regular de este tipo de productos implica una ingesta también desmesurada de azúcar, sal, conservantes y grasas saturadas, todas ellas sustancias nocivas para la salud, incluida la cerebral. Y es que más allá de estar relacionadas con la obesidad, diabetes de tipo 2, hipertensión y ciertos tipos de cáncer, pueden igualmente inducir dolencias como la depresión, ansiedad o hiperactividad.

Según un estudio de ScienceDaily, cuanto mayor sea la recurrencia a la comida rápida, mayor será el desgaste físico y, a su vez, mayor será la necesidad de consumirlos para combatir los sentimientos negativos que derivan de dicho deterioro. Junto a la aparición de emociones depresivas, suele aparecer la ansiedad provocada por el exceso de carbohidratos refinados que hacen descender peligrosamente los niveles de glucosa. Como consecuencia se pueden experimentar ataques de pánico, insomnio e hipoglucemia.

Más allá de estos estados anímicos, existe un mayor riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas que incluyen la demencia y el Alzheimer. Pero también nerviosismo en forma de visión borrosa, fatiga o dolores de cabeza; dificultades en el aprendizaje e incluso neuroinflamación.

Una vez más la cordura debe obrar su magia. No se trata de erradicar absolutamente este tipo de comidas aunque sí de limitarla a algo puramente ocasional. Para lograrlo, una buena planificación del menú de la semana, hidratación, consumo de proteínas para reducir la aparición de antojos, un descanso adecuado y una alimentación consciente, pueden contribuir y mucho a realizar una elección equilibrada y sana de los alimentos.

Por eso cuando las agenda apremie y no se disponga de suficiente tiempo para cocinar, lo mejor es recurrir a lugares que ofrecen comida casera, tradicional y elaborada artesanalmente con ingredientes naturales. ¿Parece difícil? Pues en Casa Urrutia este es el pan de cada día, que, por otro lado, horneamos con masa madre cada día para tí.

Hazlo por tu cerebro y come con cabeza.

Fuente: ecoportal. 

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