Comer debe ser algo más que una acción física para convertirse en una experiencia reconfortante y satisfactoria a todos los niveles. Eso implica, a parte de que la comida sea buena y saludable, liberarla también de todas las connotaciones negativas de las que se carga habitualmente. Es decir, se trata de establecer con ella una relación sana y positiva.
Lo más frecuente es que exista un vínculo viciado con la comida y es que, a menudo, esta se convierte en depósito de miedos, angustias y ansiedades muy diversas. De hecho, elegir alimentos que se sabe que no son recomendables, excederse en las cantidades a sabiendas de que puede impedir una correcta digestión o buscar en ellos un confort que no pueden proporcionar, son formas de negatividad alimentaria. Y esta se traduce en malestares físicos y emocionales.
Para restablecer un adecuado equilibrio los expertos aconsejan dar un primer paso y alejar la culpa de la mesa. Es necesario comer de manera saludable pero no hacerlo ocasionalmente no debe convertirse en fuente de conflicto interno. Ser agradecido por la oportunidad de disfrutar esos bocados o incluso considerarlos una especie de medicina para el cuerpo también puede ayudar a modificar el enfoque distorsionado respecto a la comida. Y, por supuesto, igualmente beneficioso es beber agua para limpiar la energía y elegir siempre ambientes serenos y tranquilos.
Como en Casa Urrutia donde, además de ofrecer siempre platos y postres de calidad artesanal, contamos con un entorno privilegiado. Sobre una colina de 850 metros, en Ujué, despunta nuestro mirador con vistas arrebatadoras y una paz envidiable. Justo lo que necesitas para comer sano y con toda la calma.
Conecta con la comida. Conecta contigo.