NO TE HINCHES.

Destacados científicos han analizado las evidencias que asocian la inflamación crónica a una larga lista de enfermedades. Es decir, que cuando la hinchazón, o respuesta natural del sistema inmunitario ante alguna lesión o infección, no desaparece puede convertirse en origen de complicaciones más importantes para la salud. De ahí la necesidad de regular las inflamaciones para evitar, en la mayor medida posible, su cronificación.

Evidentemente los médicos valoran en cada caso cuál es el protocolo a seguir pero también se puede ayudar adoptando algunas rutinas alimenticias para favorecer aún más la regulación de las inflamaciones que sufre el cuerpo. Obvia decir que todas estas son recomendaciones que deberá supervisar el médico en cada caso.

Alimentos como el pepino, rico en potasio y magnesio, son muy adecuados para eliminar toxinas, reducir la retención de líquidos e inhibir enzimas proinflamatorias que afectan al organismo diariamente. Igualmente recomendable es la cúrcuma, considerada una de las mejores hierbas antiinflamatorias debido a que reduce el nivel de azúcar en sangre, la oxidación y el exceso celular causantes de la inflamación.

También suele recomendarse el consumo de piña (mejor en ayunas) que es capaz de procesar las proteínas y de reducir las hinchazones que se producen en las personas que sufren artritis o en quienes se han sometido a una cirugía.  A esta deliciosa fruta se suma el sabroso chocolate (mínimo 70%) en la alianza antiinflamatoria. Es precisamente su alto contenido de taninos y compuestos fenólicos lo que contribuye a combatir la inflamación producida por los radicales libres. Y, por supuesto, no puede faltar el aceite de oliva. Una cucharadita de vez en cuando ayuda a limpiar el intestino y a reducir de forma muy notable la inflamación gracias al oleocantal que actúa de manera similar al ibuprofeno.

Precisamente es este último ingrediente uno de los imprescindibles de la cocina y de la repostería artesanal de Casa Urrutia. Quizás no tanto por su poder antiinflamatorio sino por su fuerza nutritiva y por la intensidad de su sabor. Ese matiz que hace que todo sepa diferente en el paladar.

¿Quieres probarlo?

Fuente: bioguía.

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