Comer chocolate es uno de los grandes placeres culinarios que podemos disfrutar que, además, ofrece una gran cantidad de beneficios para la salud. Pero, como ocurre con la mayoría de cosas de la vida, el exceso puede ser muy perjudicial. ¿Sabemos racionar este preciado dulce y consumirlo de forma equilibrada?
En su día se le consideraba un nutriente capaz de dar fuerzas a un soldado para toda una jornada de marcha. Hoy en día se encuentra en la lista de los superalimentos. Sin embargo, como ya hemos mencionado, esto no implica que pueda ingerirse a discreción. Todo tiene un límite y el chocolate también.
Entre sus virtudes destaca el elevado contenido de antioxidantes que contiene, superior al de muchas frutas, y su capacidad de proteger el corazón y reducir el riesgo de enfermedades coronarias. Por no hablar de su efecto positivo en el ánimo y en la memoria. A todo ello se suman los flavonoides, teobromina, catequinas, fibra, polifenoles, magnesio, hierro, calcio, vitaminas A, B1, B2, C, E y B…Un lujo de lo más nutritivo si se mira por este lado.
No obstante, los atracones de esta dulce tentación pueden provocar no solo un desajuste en la báscula sino también algún que otro trastorno en el organismo. Para evitar que el chocolate se convierta en un enemigo habrá que prestar atención al porcentaje de cacao, de azúcar y de ingredientes como los frutos secos que contiene ya que aumentan notablemente el aporte calórico que se ingiere. Tampoco es recomendable que incluya, entre sus ingredientes, algo que suele aparecer como MGV y que hace referencia a la incorporación de materias grasas vegetales diferentes a la manteca de cacao. Y es que según su composición puede pasar de ser un nutritivo alimento a convertirse en una auténtica golosina…
A nivel nacional se puede decir que apreciamos las bondades de esta exquisitez y, de hecho, el consumo per cápita asciende a más de tres kilos al año siendo los más golosos los cántabros, riojanos y vascos. Se suele aconsejar no superar las 2 onzas al día aunque también hay estudios que demuestran que las 20 unidades semanales pueden llegar a reducir los accidentes cerebrovasculares. De una forma u otra, lo que resulta evidente es que no hay que exagerar y propasarse con su consumo. Una vez más en el equilibrio está la virtud.
Así que si se desea obtener provecho de los beneficios documentados de cualquier alimento, como es en este caso el chocolate, conviene hacerlo con precaución para evitar los posibles efectos colaterales del abuso. Los expertos aseguran que debería tomarse como un capricho diario y, nosotros queremos ponerlo fácil. Conocedores de las propiedades que ofrece, lo incorporamos a algunas de las recetas que elaboramos artesanalmente, y así damos un toque de salud a nuestras delicias, pasteles y galletas. Ya no hay excusas para cuidar del cuerpo y amenizar el paladar. En Urrutia, además, con el sabor de siempre.
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