Las almendras son un fruto seco originario de zonas cálidas y casi desérticas de Asia Central. Su cultivo se extendió posteriormente a Europa y, en particular, a Grecia y Roma que fueron las civilizaciones que lo difundieron por el resto del continente europeo hasta que, finalmente, alcanzó América. Pero las almendras garrapiñadas tienen una historia completamente distinta.
Según los expertos, la palabra garrapiñada proviene del vasco garai-ipiñia, es decir, puesto encima. Y lo que se añade es una capa de azúcar cristalizado al fuego de claro origen árabe. Es decir, que garrapiñar consiste en bañar una golosina con almíbar de forma que quede solidificado. Si bien es cierto que en muchas localidades se hacen almendras garrapiñadas, son las de la zona de Ujué unas de las más afamadas. Y es que es una localidad de la Navarra media en la que realmente existe una antigua y sólida tradición de garrapiñar almendras.
Se elaboran desde hace más de un siglo y se dice que su fórmula exacta es secreto familiar, lo que añade un aura de misterio a un dulce tan sabroso. Antaño se preparaban y regalaban el la época navideña pero actualmente se han convertido en un souvenir gastronómico de lo más popular entre los habitantes, visitantes del pueblo o peregrinos de paso. Como obsequio o por encargo, quienes se acercan a Ujué no pueden evitar caer en la tentación.
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Fuentes: ujueblogstpot/noticiasdenavarra/euskonews/frutas-hortalizas.com