OJO A LOS EXCESOS.

cuidarse en Navidad

Con la Navidad a la vuelta de la esquina, muchos sienten cierta inquietud ante la idea de todos los excesos que implican estas fiestas. Y es que no hay duda de que se trata de una época en la que la cesta de la compra se nutre de las mayores exquisiteces que el bolsillo pueda permitirse para elaborar recetas ricas en grasas, proteínas y azúcares. Pero no hay que entrar en pánico.

Para disfrutar de los placeres gastronómicos conviene relajar la mente y tratar de buscar un equilibrio entre la absoluta privación y la exageración. Es decir, ni resulta recomendable evitar cualquiera de los tentadores dulces navideños ni tampoco dejarse llevar por la ausencia de límites ya que, además, el estómago podría sufrir las consecuencias. Masticar lento y deleitarse con las amenas y distendidas conversaciones es una forma de moderar el consumo cuando se está en torno a la mesa. Y para aligerar la digestión, nada como una buena infusión para terminar el banquete…

Evidentemente, cualquier festín de este tipo suele venir acompañado de vino, cerveza, cava…etc pero se aconseja no olvidar el agua que es, sin duda alguna,la bebida más sana. Y dado que los horarios suelen también sufrir grandes modificaciones (aperitivos que se extienden en el tiempo, comidas tardías, sobremesas infinitas…) no está de más intentar mantener una cierta rutina como el paseo de la tarde, las sesiones de yoga o el entrenamiento diario en el parque.

En lo que se refiere a los postres, apostar por recetas caseras quizá sea la mejor opción de darse un homenaje de una forma natural y saludable. Y si lo que falta es tiempo para completar el menú con un dulce tradicional hecho en casa, siempre están las magdalenas, bollicos, pastas, pasteles, delicias y galletas de Casa Urrutia: el arte del sabor tradicional.

Y disfruta sin remordimientos.

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