INTEGRAL CON MUCHO SABOR.

Manteca, huevos, harinas refinadas o azúcar blanco son ingredientes fáciles de encontrar y muy recurrentes para la elaboración de dulces. Sin embargo, son elementos básicos en los que la repostería integral no puede hallar ningún respaldo. De ahí que se la considere difícil o complicada. Tampoco es sencillo lograr que el producto final sea lo suficientemente ligero y agradable al gusto. Es decir, para que las recetas clásicas puedan transformarse con éxito en integrales es necesario prestar mucha atención a la selección de los ingredientes que utilizamos.

La elección de la harina integral es un paso importante ya que si no es extra fina puede hacer que nuestros postres resulten pesados y comprometan la digestión de nuestros comensales. Se puede encontrar fina y también extrafina, mucho más recomendable. La específica para repostería está hecha a base de trigo de grano blando con mucho almidón, tiene una menor proporción de salvado y germen, y favorece la esponjosidad en las recetas.Si bien es cierto que no será nunca tan ligera como la procesada, su aporte nutricional sí será mayor.

Otro elemento fundamental para cualquier receta integral es la utilización de azúcar moreno o marrón ya que es más natural y contiene propiedades que pueden beneficiar nuestro organismo. Al no ser sometido al proceso químico del blanqueado y refinado, no pierde el calcio,hierro, potasio, fósforo y magnesio tal y como ocurre con el azúcar blanco. Tampoco contiene aditivos como el carbón activado, dióxido de azufre o ácido fosfórico y su elevado nivel de fibra activa el tránsito intestinal y mejora el funcionamiento del sistema circulatorio. Sin duda alguna, es un alimento natural que ofrece grandes ventajas. Eso sí, para trabajar este ingrediente es necesario disolver bien sus gránulos. Puede batirse junto con el resto de elementos líquidos de la receta o licuarlos para asegurarnos de obtener una pasta lisa y sin molestos grumos.

El resultado de cualquier receta de repostería integral derivará en un producto de aspecto amarronado, que quizá a primera vista no sea tan atractivo como el de cualquier otro postre. Pero no hay que olvidar su aporte nutricional y, sobre todo, su sabor. El gusto de este tipo de postres es mucho más intenso que cualquier otro y eso se debe, precisamente, a los elementos que se emplean para su preparación. Además admite un gran número de combinaciones que incluyen frutas (frescas o secas), semillas, zumos y aromas variados (vainilla, canela…etc).

La pastelería integral, por tanto, no es para nada insípida ni sabe a semillas como muchos creen. De hecho son cada vez más las personas que rompen sus tabúes y esquemas mentales respecto a este tipo de repostería y se sorprenden con la amplitud de posibilidades culinarias que ofrece y con la  intensidad de sus sabores. Y así la cocina saludable de los postres va ganando adeptos que aprecian los beneficios que derivan del menor porcentaje de  materia grasa, química y calorías que ofrece y de su mayor carga nutritiva.

Precisamente en URRUTIA somos conscientes de la fuerza alimenticia de la repostería integral y por eso elaboramos, siempre artesanalmente, galletas y pasteles integrales. Para endulzar nuestros días de una forma natural y muy sabrosa.

 

Fuente: el gourmet urbano.
Imágenes: Pastas Urrutia.

 

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