CUIDAR EL CUERPO Y EL PLANETA.

En Urrutia utilizamos productos ecológicos para la elaboración de nuestros platos y repostería y,lo cierto, es que cada vez son más los que se unen a esta práctica respetuosa con el propio físico y con  el Medio Ambiente, cosa que no está de más recordar en este DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA.

Pero ¿sabemos exactamente en qué consiste la llamada comida ecológica?
En pocas palabras se puede definir como aquella cultivada de forma no industrializada ni intensiva, que respeta los ciclos naturales de producción y no emplea residuos tóxicos como pesticidas, antibióticos u hormonas…

¿Qué virtudes tiene?

En primer lugar el sabor es distinto, más natural, más cercano al de antaño aunque muchos ni siquiera reconocerían aquél aroma particular dado que las nuevas generaciones de comida rápida y cómoda no han tenido la suerte ni el placer de disfrutar de aquellas delicias que salían de las cocinas de nuestras abuelas…

Pero no solo el paladar se ve beneficiado sino también la salud.  Parece lógico y comprensible para todos que el uso de antibióticos y hormonas en los animales y plantas pueden resultar nocivas para quienes las consumen aunque resulten muy útiles a la hora de hacer engordar a los animales, alejar plagas perjudiciales e incluso mejorar el aspecto de algunos productos. Pero los residuos que quedan van a parar a nosotros y pueden producir alteraciones poco recomendables en nuestro organismo…Sin embargo, la agricultura y ganadería ecológicas permiten descartar estas toxicidades dañinas y mantener un elevado contenido de vitaminas y nutrientes. Más antioxidantes en frutas y verduras, más vitaminas A y E en productos lácteos…

La seguridad que ofrecen estos productos es también mucho mayor ya que sus sistemas de producción siguen un estricto control en cuanto a materias primas (no se permiten organismos modificados genéticamente), elaboración, etiquetado, envasado y distribución… Es decir, que sus niveles de calidad son de plena confianza.

Y, por último pero no menos importante, respetan el medio ambiente, la naturaleza, el bienestar animal, no contaminan y aprovechan los recursos renovables. Dan vida. La agricultura ecológica, por ejemplo, potencia la fertilidad de los suelos de forma natural, evita la degradación del ecosistema….La ganadería ecológica, por su parte, evita el estrés animal permitiendo que tengan condiciones de vida óptimas.

Dicho así cualquiera se apuntaría a llevar este tipo de alimentación pero todavía hay quienes se resisten porque el precio es algo superior, la durabilidad menor y la compra algo incómoda dado que su comercialización todavía no está extendida a la mayoría de los establecimientos y supermercados. No obstante, los estudios apuntan que el consumo de productos ecológicos está experimentando un aumento (según el estudio de la empresa GFKL para el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente). Y no por moda sino por mayor concienciación de la necesidad de realizar elecciones nutritivas, que cuiden la salud y también el entorno, lo cual resulta esperanzador. Cada vez son más los consumidores que prestan atención al etiquetado de los productos, se preocupan por su salud y por la sostenibilidad del planeta.

Y nosotros, en Urrutia, nos alegramos por ello y animamos a todos los que todavía sientan algo de resistencia a probar productos elaborados con ingredientes naturales y ecológicos porque estamos seguros que caerán rendidos a sus bondades y beneficios. Pastas, bollicos, bizcochos, tortas de txantxigorri…Una gran variedad de productos sanos y sabrosos…Todo es empezar.

Porque comer sano es cuidar el planeta y vivir mejor.

Fuentes: cincodías.com/ sonambulistas.com/sabormediterraneo.com
Imagen: Urrutia
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