VIVIR CON ZINC.

Comer es una cosa. Alimentarse correctamente es otra. Y es que no es lo mismo ingerir alimentos que elegirlos cuidadosamente para asegurarnos de aportar los nutrientes necesarios a nuestro organismo.La lista es amplia y termina por la Z, que suele ser la última letra que miramos. Sin embargo, es ahí donde se encuentra el zinc, ese elemento químico de la familia de los metales, cuya función es de suma relevancia para una vida saludable.

De hecho, es uno de los oligoelementos más importantes para las personas por detrás del hierro (fe). Garantiza, por ejemplo, que nuestro sistema inmunitario actúe correctamente o que lo hagan también nuestros sentidos del gusto o del olfato.  Ayuda a que nuestras heridas cicatricen de forma adecuada, a combatir el acné y a paliar los síntomas de una infección, a mantener el buen estado de nuestro esqueleto o a gozar de un estado de ánimo diario óptimo…

De ahí que, prescindir del zinc pueda causar irritabilidad y apatía pero también problemas de piel, pérdida del cabello, retraso en el crecimiento, irregularidad en el ciclo menstrual o incluso diabetes e insuficiencias renales a largo plazo.  Razones que explican por qué  es tan necesario incluirlo en nuestra alimentación diaria. No obstante, como siempre, todo debe hacerse en su justa medida porque el exceso de este elemento también puede ser perjudicial. De ahí que las instituciones alimentarias ofrezcan un baremo de cantidades según la etapa de la vida para asegurar un consumo equilibrado.Así, en adolescentes y adultos, por ejemplo, se apuntan 11 mgs diarios en hombres y entre 8 y 9 en mujeres.

Y¿cómo asegurarse de que incluimos el zinc en nuestro día a día? En el mercado existen una gran cantidad de suplementos vitamínicos que lo contienen pero los alimentos siempre estarán por encima de cualquier elemento sintetizado de laboratorio. Por este motivo, conviene inclinarse por las carnes, pescados, algunos vegetales, legumbres y también por los frutos secos, huevos y lácteos. Estos tres últimos, ingredientes de muchas de nuestras recetas en Urrutia, que permiten contribuir de forma dulce, artesana y ecológica, a ese aporte diario de un mineral de vital importancia.

¿A qué esperas para probarlas?

 

Imagen: Dreamstime.
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