VERDADERA O FALSA.

La miel es un producto natural cargado de beneficios para la salud. Eso sí, solo si  es pura. El problema es que no todo el mundo sabe distinguir la verdadera de la falsa. Por este motivo es importante conocer algunos métodos caseros que permitan descartar los productos engañosos que poco aportan al organismo. 

El etiquetado, en principio, es la primera pista que contribuirá a identificar de qué tipo de producto se trata. Palabras como “natural”, “miel de bosque” u “orgánica” deberían aparecer únicamente en los tarros de miel genuina pero muchos fabricantes se aprovechan de vacíos legales para colocar etiquetas ambiguas. De ahí que lo más aconsejable sea verificar de primera mano si se está siendo víctima de engaño o no.

Una de las mejores maneras es utilizar el pulgar colocando sobre él un poco de miel. Si cae como un líquido, la miel no es pura ya que debería ser espesa y viscosa. De la misma forma, si se vierte una cucharada de miel en un vaso de agua y se mantiene en el fondo sin disolverse significa que estamos ante miel real. Sin embargo, si se introduce  un poco de miel en una mezcla de agua con tres gotas de vinagre y se produce espuma, es falsa.

Se puede intentar también calentando un poco de miel para verificar si se carameliza (miel auténtica) o se diluye y llega a ebullición.  O bien, se puede cubrir un poco de algodón con miel y ponerlo en contacto con fuego: solo la miel pura prenderá.

En la Agrotienda de Casa Urrutia te podemos asegurar que cualquiera de estos métodos confirmará la autenticidad de nuestras mieles. De apicultores de la tierra, ecológicas y muy sabrosas, forman parte de nuestra oferta de productos artesanales de la región comprometida con la sostenibilidad y el fomento de la economía local.

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