Los carbohidratos o hidratos de carbono han sufrido, durante mucho tiempo, mala fama por su supuesta contribución al aumento de peso. Y, por tanto, se les ha considerado uno de los grandes enemigos de cualquier dieta. Sin embargo, conviene comprender que no son tan malos como los pintan…
Los hay simples, que son procesados rápidamente por el cuerpo, pasan a la sangre y aportan energía casi inmediatamente. Pero no aportan sensación de saciedad. Forman parte de la composición de cereales refinados, dulces, repostería industrial…etc. Y, por otro lado, los hay complejos, más lentos, con más fibra y capaces de erradicar fácilmente el apetito. Generan menores picos de insulina ayudando así a evitar sobreesfuerzos poco saludables del hígado y del páncreas. Se encuentran en judías, arroz integral, nueces y verduras como las espinacas pero también en la avena, el arroz y pastas integrales.
¿Qué significa esto? Que no se trata de eliminar los carbohidratos del repertorio gastronómico sino de elegir los adecuados reemplazando los simples por los complejos. Y tampoco es necesario realizar un cambio radical de los hábitos alimenticios, es más, la modificación del comportamiento será mucho más estable a largo plazo si se lleva a cabo de forma gradual.
Desde Casa Urrutia te animamos a adoptar poco a poco una actitud más selectiva con tu alimentación, algo que repercutirá muy positivamente en tu salud física y mental. Te recomendamos elegir siempre que puedas productos naturales de la tierra preparados de forma tradicional y con todo su poder nutritivo. Encontrarás lo que necesitas en nuestra Agrotienda y nuestro menú.
Comer bien para vivir mejor.