Cuando se toma la decisión de adoptar hábitos culinarios saludables, uno de los primeros pasos consiste en asumir la necesidad de ingerir más verduras. Y si son verdes, mejor. Y es que los estudios demuestran que cuanto mayor sea su consumo menores serán las probabilidades de sufrir afecciones como enfermedades cardíacas y Alzheimer.
Pero no solo son alimentos protectores sino también constituyen una forma práctica y eficaz de quemar grasa y de mantener una piel radiante y lozana. O incluso de aumentar la memoria. Pero también contribuyen a reducir la presión arterial; a mejorar la salud dental y gingival gracias al fuerte aporte de calcio que proporcionan; a desintoxicar el hígado gracias al alto nivel de nitrato que contienen; a mejorar el bienestar ocular por medio de los compuestos llamados luteína y zeaxantina tan beneficiosos contra la degeneración macular y el glaucoma y a promover un buen estado intestinal ya que constituyen el alimento para las bacterias buenas del organismo. En definitiva, comer verde resulta clave para mantenerse sano.
El mercado, afortunadamente, ofrece una amplísima variedad de verduras de hoja verde por lo que no es complicado incorporarlas a la dieta diaria. Desde coles cargadas de vitamina K o rúcula, rebosantes de calcio y vitamina A, hasta espinacas, famosas por su alto contenido en hierro y zinc. Crudas, en ensaladas, cocidas, al horno o en batidos. Las fórmulas son infinitas y las posibilidades innumerables por lo que el aburrimiento puede mantenerse perfectamente a raya.
Eso sí, lo ideal es aprovechar y consumir siempre las verduras de temporada. Cada estación ofrece lo mejor de sí y lo hace por alguna razón. Por eso, en Casa Urrutia, escuchamos el lenguaje de la tierra e integramos sus frutos en nuestras recetas artesanales. Productos gastronómicos elaborados con ingredientes naturales y mucho cariño para que puedas disfrutarlas cualquier momento del año en nuestro Menú.
Sorpréndete, disfruta y sana. ?