Que cada vez más consumidores optan por consumir alimentos más naturales es un hecho. Como también lo es su creciente interés por conocer los ingredientes y el origen de los productos. Pero todavía existe cierta confusión entre lo que significa orgánico y agroecológico, términos de carácter muy parecidos pero claramente diferente.
Actualmente asistimos a una auténtica vorágine de conceptos relacionados con el bienestar y el respeto medioambiental que impregnan todo tipo de productos, especialmente los que se refieren a la alimentación. Un torbellino conceptual que con frecuencia genera dudas sobre la realidad de las verdades que predican.
De ahí que sea necesario empezar a distinguir algunos de ellos. Agroecológico define un sistema de producción agrario sin residuos agroquímicos que provee alimentos respetando los ciclos de la naturaleza. Como resultado se obtienen productos nutritivos y de mayor calidad que ayudan a preservar los ecosistemas y favorecen el desarrollo de las comunidades locales, la economía social y a los agricultores familiares.
Orgánico indica un sistema de producción que emplea al máximo los recursos del campo, minimiza el uso de los recursos no renovables y prescinde de agroquímicos. La diferencia con la agroecología reside en la certificación, ya que para adoptar esta terminología se deben cumplir ciertos requisitos que van desde la selección de semillas hasta el control de plagas y malezas. Exigencias creadas, en general, por agencias de certificación privadas. De ahí que producir en forma orgánica implique hacerlo según un determinado reglamento.
Es decir, existe una mayor regulación en el ámbito orgánico. No obstante, conviene siempre aplaudir la decisión de todas las personas que comienzan a introducir cambios en sus hábitos en favor de una alimentación más respetuosa con el entorno, con el propio cuerpo y con la sociedad. De una u otra manera, el beneficio es indudable.
Por eso en Casa Urrutia, apostamos por la elaboración tradicional de nuestros platos y postres basados en ingredientes de producción local, ecológica y artesanal. Para recuperar el sabor de siempre y lograr un futuro mucho más saludable.
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Fuentes: eldiario/bioguía Imagen: Pixabay