Aceite rico en grasas saturadas e ingrediente de una gran cantidad de productos comestibles, el aceite de palma, procedente de los frutos de la palma africana, se ha convertido en el centro de una gran polémica. Es uno de los aceites más utilizados en el mundo a pesar de los efectos nocivos que un consumo excesivo puede tener en la salud.
Muchos no son siquiera conscientes de consumirlo pero está presente en productos para untar (como la margarina), la bollería industrial, los platos precocinados..etc en los que se prescinde el uso del aceite de oliva porque resulta mucho más costoso. Sin embargo, conseguir este otro aceite es muy sencillo. El árbol que lo proporciona crece de forma rápida en el continente africano y asiático; la extracción es simple y económica; las aplicaciones innumerables.
Pero su aporte de grasas saturadas, relacionadas con patologías como diabetes, obesidad y enfermedades coronarias, hacen de este ingrediente un enemigo para la salud. Y no solo. El medioambiente también se ve perjudicado ya que , para realizar la plantación de palmeras y aumentar la producción masiva de este codiciado aceite, se está procediendo a la deforestación de zonas habitadas por fauna salvaje (como es el caso de los orangutanes) cuya población se está viendo mermada. En pocas palabras, se trata de un ingrediente nada saludable cuyo impacto medioambiental es notable. Y, sin embargo, está presente allá donde se mire.
El motivo por el que las autoridades nacionales e internacionales siguen permitiendo su empleo en productos de alto consumo, escapa al razonamiento de la mayoría. Y, aunque los fabricantes de la UE están obligados a detallar en la etiqueta de sus productos el origen botánico de la grasa vegetal que llevan, el porcentaje de consumidores que es capaz de identificar el aceite de palma con sus muy diversas nomenclaturas es bajo. En definitiva nos encontramos ante una especie de imposición de consumo de un ingrediente que es realmente perjudicial.
Sin embargo, no está todo dicho. Es posible evitar, al menos, el consumo excesivo de este aceite (que es lo que realmente puede causar problemas) limitando la ingesta de productos industriales y precocinados e incrementando la de alimentos ecológicos y artesanales. Algunos supermercados ya han realizado su apuesta y han retirado de sus estanterías toda la oferta con aceite de palma. Pero, aún así, visto que son pocos los que lo han hecho, la última palabra la sigue teniendo el consumidor. Cuanto más se incline por lo natural menor será el espacio que dejará para este nocivo ingrediente.
Y Urrutia siempre será una opción segura. Nuestros platos y postres están elaborados de forma tradicional y artesanal, con ingredientes de la tierra, aceites de oliva, huevos frescos…Porque creemos en la importancia de la alimentación y de vigilar aquello que aportamos a nuestro organismo. Porque creemos firmemente que cuidarse es una forma de vivir mejor.
Fuentes: lacazuela/ efesalud/natursan Imagen: Pixabay