PAN EN TU MESA.

No se trata de sabor ni de aroma ni de esponjosas texturas bajo crujientes capas de corteza. Se trata aprovechar toda una serie de propiedades nutritivas que suman salud, y no peso. A pesar de lo que muchos piensan, el pan es un manjar del que ninguna dieta debería prescindir. Eso sí, depende de qué tipo y de cuánta cantidad hablemos.

Incluir una ración de pan, del bueno, en cada comida es un gesto muy saludable ya que estamos hablando de la incorporación de nutrientes imprescindibles para el día a día. De hecho, los expertos recomiendan que a que la ingesta de pan diaria debe oscilar entre los 220 y los 250 gramos repartidos entre las diferentes comidas. Así que resulta imprescindible olvidar la producción industrial y rescatar la elaboración artesanal con ingredientes naturales para que ese consumo sea de calidad.

Y es que una hogaza, fruto de procesos tradicionales y de componentes libres de aditivos y sustancias artificiales, es la garantía de que se están ingiriendo las proteínas, fibra e hidratos de carbono adecuados para el correcto funcionamiento del organismo. Cierto es que no es la única fuente donde encontrar estos nutrientes pero sí una de las más básicas. Y ricas.

Proteínas para la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad o problemas cardiovasculares. Fibra (sobre todo en las variantes integrales) para un adecuado tránsito intestinal e hidratos de carbono complejos para fomentar la producción de glucosa en el aparato digestivo y permitir una eficaz actividad del cerebro y de todo el sistema en general. En definitiva, un dechado de propiedades beneficiosas para la salud. No prescindas de él.

En Casa Urrutia encontrarás tu pan sano y sabroso de cada día elaborado a partir de ingredientes de la tierra además de nuestro pan rústico recién horneado los fines de semana. Para que cada bocado colme de sabor tu paladar y alimente con naturalidad tu cuerpo.

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