Consiste en consumir diversas clases de alimentos para sobrevivir. Ahora bien, comer es una cosa, alimentarse y nutrirse otra bien distinta. Respecto a la alimentación la historia ha demostrado cómo las dietas cambian de un lugar a otro, de un tiempo a otro, de una cultura a otra. Y cómo también los gustos y tendencias han sacudido continuamente los cimientos de la gastronomía tradicional. Porque para los seres humanos, la comida es, además de una necesidad, un placer.
Por naturaleza somos omnívoros, lo cual indica que somos capaces de consumir tanto alimentos de origen animal como vegetal. Pero eso no es una condición sine qua non para subsistir ya que hay quienes deciden voluntariamente renunciar a un tipo de alimentos y no a otros. Es decir, existe un libre albedrío que va creando nuevos hábitos alimenticios.
De hecho el tipo de alimentación del Homo Sapiens no tiene nada que ver con el actual en según qué zonas geográficas. Pero hablando de la cultura occidental, en concreto, el paso de las épocas ha ido revelando distintos recursos que han permitido satisfacer de forma diferente necesidades que, a su vez, van evolucionando. Así llegamos al día de hoy en el que no solo se trata de obtener energía por pura supervivencia física sino de deleitar el paladar con creaciones culinarias cada vez más sofisticadas.
La cuestión es que en medio de un verdadero maremágnum de opciones, resulta complicado elegir y, sobre todo, mantenerse firme renunciando a las exquisiteces artificiales que hinchen las estanterías de los supermercados. En plena vorágine es necesario recuperar la idea de que la la función nutricional y el placer pueden ir de la mano.
Según numerosos estudios, la dieta mediterránea, en particular, es una de esas opciones que aúnan alimentación nutritiva y satisfacción gustativa. Y, en Casa Urrutia, apostamos fuertemente por esta simbiosis perfecta mediante el empleo de ingredientes ecológicos, naturales, sin aditivos y respetuosos con el medioambiente, y de las recetas heredadas de nuestros antepasados inspiradas en el sabor más auténtico. Para que comer sea alimentarse con placer.
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NUTRICIÓN Y PLACER.
