NO SIN MI DESAYUNO.

Desafortunadamente el ritmo frenético al que nos somete la realidad actual supone, para muchos, la excusa perfecta para saltarse la que se considera la comida más importante del día. Otros se amparan bajo la idea (equivocada) de que viene bien para reducir la grasa corporal. Pero salir de casa a primera hora de la mañana con el estómago vacío puede desencadenar enfermedades como debilidad, indisposición, fatiga, ansiedad, catabolismo muscular, metabolismo estancado y un largo etcétera. ¿De verdad merece la pena?

Si la gente fuera consciente de los beneficios que ofrece desayunar correctamente no evitaría hacerlo con tanta facilidad…¿Y qué es lo que realmente aporta?

Ayuda a reponer las energías del cuerpo:
Teniendo en cuenta que se aconseja una cena ligera dos horas antes de acostarse, las energías que quedan en el cuerpo tras el descanso nocturno son pocas…Si queremos rendir hay que reabastecerse de alguna forma.

Propicia a la pérdida de peso:
El cuerpo está programado para defenderse de adversidades y, entre ellas, está el ayuno. Su mecanismo de protección no es otro que acumular como grasa todo lo que se ingiere para evitar el colapso. Y esto no hace más que favorecer la obesidad y enfermedades relacionadas.

Incentiva a tener mejores hábitos alimenticios:
Para regular el hambre y desarrollar hábitos saludables de alimentación, conviene respetar los momentos dedicados a la comida empezando por el desayuno. Y así no se caerá tan fácilmente en tentaciones poco recomendables para matar el gusanillo…

Ayuda a la ganancia de masa muscular.
Los músculos sanos (no necesariamente voluminosos) son más propensos a quemar grasa ya que su tejido requiere una cantidad elevada de energía para mantenerse en el cuerpo. Esto implica que se ocupan de los excesos causantes del sobrepeso.

Mejora el rendimiento intelectual y el estado de ánimo:
Con el desayuno el cerebro recibe nutrientes esenciales que aprovecha para maximizar su rendimiento mejorando la concentración, la memoria…etc. Además es menos propenso a caer en episodios de ansiedad ocasionados por el hambre…

¿Y qué desayunar?

Lácteos, aceite de oliva, pan, cereales, frutos secos, huevos …Las combinaciones de alimentos pueden ser innumerables y cada uno debe dar con su desayuno perfecto. Pero si os resulta difícil hallar la fórmula que encaje con vuestros gustos o no acabáis de encontrar el mejor acompañamiento para vuestro café matutino, desde Urrutia, os recomendamos, por ejemplo, nuestros bollicos de Uxue, galletas de sésamo, larguetas sin azúcar o bizcochos de avena elaborados con huevos, aceite de oliva y cereales ecológicos. Para que empecéis vuestro día con una sonrisa y la energía de unos dulces llenos de salud y de sabor.

Fuentes: Mipielsana/ abc.salud
Imagen:Pixabay
Pre-reserva