¿MUCHO CALCIO?

Se trata de un mineral con una presencia bastante habitual en la dieta y que juega un importante papel en la salud. Principalmente contribuye a formar los huesos aunque también a la contracción y sustento muscular. El calcio, vital para la estructura ósea y los dientes, resulta imprescindible para el organismo y eso implica el consumo de determinados alimentos. ¿Sabes cuáles son?

Los más conocidos son los lácteos, como la leche y el queso, pero también ciertos pescados ( sardinas, dorada y anchoas), semillas (de lino), frutos secos (nueces,almendras y avellanas) y verduras (espinacas, rúcula, entre otras) son importantes fuentes de calcio. Y es que una ingesta limitada puede debilitar seriamente los huesos causando no solo dolor y fracturas sino también la posibilidad de desarrollar otras enfermedades como la hipertensión o el cáncer de colon.

Pero tampoco conviene caer en un exceso ya que el cuerpo es incapaz de metabolizar fuertes dosis de este mineral. De hecho, existen algunos alimentos que pueden, además, interferir esa absorción como la fibra y el fósforo, en concreto el salvado de trigo, las dietas ricas en proteínas animales y sodio o el ácido oxálico presente en acelgas, remolacha o cacao en polvo. Es decir, un buen vaso de leche y colacao no es la mejor manera de aportar calcio al organismo.

Sin embargo,no es necesario obsesionarse. En realidad una alimentación variada suele incluir las cantidades necesarias de todos los nutrientes importantes para una buena salud. Aunque nunca está de más prestar atención a aquello que se come para asegurarse de que este mineral, en particular, no falta.

En Casa Urrutia hoy te proponemos, por ejemplo, un desayuno cargado de calcio a base de leche o yogur con pastas integrales con nueces o galletas con sésamo y una buena pieza de fruta.

¡On egin!

Fuente: nutritionalcoaching

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