A veces la idea de comer sano parece complicada y, sobre todo, incompatible con los ritmos de vida a los que estamos sometidos hoy día. Sin embargo, no se trata de perderse en mil recetas nuevas o en incorporar ingredientes desconocidos…a veces es tan sencillo como saber utilizar diferentes formas de cocción.
Cocinar a la plancha es uno de los modos más habituales a la hora de reducir el consumo de grasas sin renunciar a texturas y sabores. Y es que asar los alimentos, en cualquiera de sus modalidades, es la mejor manera de conservar todos los nutrientes y de disfrutar de unos bocados ricos y cargados de aroma.
Precisamente en un mundo plagado de comidas rápidas y precocinadas, funcionales pero nada saludables, el asado constituye un sistema práctico y sencillo de preparar muchos alimentos. Y es que, para empezar, se prescinde del exceso de aceites del que pecan muchos platos lo cual permite gozar de digestiones más ligeras y agradables. A ello se suma una pérdida de vitaminas y minerales considerablemente menor y, por tanto, un resultado más nutritivo. Y si hay que elegir entre parrilla o plancha, simplemente conviene evitar en ambas que se carbonice el alimento ya que esto puede implicar la aparición de sustancias nocivas para la salud.
Por este motivo en Casa Urrutia cuidamos, no solo los ingredientes, sino también el modo de preparar nuestros platos. Al estilo tradicional, al horno, en puchero, cazuela de barro…utilizamos siempre formas de cocción para conservar el máximo de nutrientes y ofrecer el sabor más intenso.
Asado de cordero, potxas a la navarra, bacalao al ajoarriero…
¿Qué te apetece hoy?