Lo saben hasta los niños más pequeños: comer verduras es crucial para mantener una dieta saludable. Proporcionan nutrientes esenciales, contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de ciertos tipos de cáncer, contienen fibra para un óptimo funcionamiento intestinal y son bajas en calorías. Todo un dechado de beneficios que no siempre se tienen presentes…
Quizá no sea fácil ser fan de este tipo de alimentos aunque lo cierto es que las verduras ofrecen una variedad tan amplia que puede abarcar la mayoría de gustos. Y visto que admiten muchos tipos de preparaciones, parece imposible que no se encuentre una manera de incorporarlas a la mesa con frecuencia.
Conviene, por este motivo, recordar todas sus cualidades, no tanto a nivel culinario (que son innumerables) como a nivel nutritivo. Para empezar, a aparte de lo ya mencionado,carecen de colesterol (siempre que se sirvan sin salsas) y son ricas en potasio, un elemento clave para lograr una presión arterial saludable. Pero también contienen vitamina A, para una vista y piel saludables, vitamina C para dientes y encías fuertes, y folato (ácido fólico) que ayuda al organismo en la formación de glóbulos rojos.
Nada desdeñable es su aportación de antioxidantes que no solo protegen el corazón sino que ralentizan (no detienen) el envejecimiento de las células. Un cuerpo más sano y un aspecto más lozano son consecuencias del consumo de verduras de forma habitual. Eso sí, este consumo puede convertirse en un gesto saludable también para el entorno si se apuesta por las verduras ecológicas y de temporada, que puedes encontrar en nuestro menú de Casa Urrutia. O, en su defecto, por conservas artesanas que mantienen todo su poder nutritivo durante todo el año como las de nuestra Agrotienda.
¿A que ya te apetecen?
MÁS VERDURAS.
