LISTAS PARA UNTAR.

De procedencia gala, las magdalenas, esos pequeños y redondos bollos esponjosos envueltos en una base de papel, son siempre una apuesta segura a la hora de amenizar un desayuno o merienda o de satisfacer un antojo con un tentempié delicioso. Y sano, siempre que sean producto de una elaboración artesanal con ingredientes naturales.

Gustan a todos, pequeños y grandes, en cualquier zona del planeta. Hay quienes aseguran que su nombre se debe a una criada (Madeleine Paulmier) que horneó estos pastelitos para el rey de Polonia en 1755. Y quienes afirman que se trataba de una joven, también llamada Madeleine, que servía estos dulces a los peregrinos del Camino de Santiago. De ahí que su fama fuera extendiéndose a través de todas las rutas jacobeas y diera la vuelta al mundo.

Esta receta, original y tradicionalmente, posee los mismos componentes que un bizcocho solo que en diferentes proporciones. Hablamos de huevos, azúcar, mantequilla (o aceite), harina de trigo, levadura y, con frecuencia, un ligero aroma de limón. Pero se encuentra muy lejos de los muffins o cupcakes, que son de origen anglosajón y recurren a una mayor variedad de sabores y decoraciones.

En Casa Urrutia las puedes disfrutar con o sin azúcar, pero siempre elaboradas a base de aceite de oliva y girasol y huevos ecológicos, para recuperar el aroma de antaño y crear una agradable experiencia para los más nostálgicos. Mimo, ingredientes naturales y mucha tradición que toman forma en pequeños moldes de papel rizado para deleitar el paladar a cualquier hora del día.

Prueba una. Querrás todas.

Pre-reserva