LA FRUTA DEL VERANO.

Habitualmente se le asocia a la familia de las hortalizas aunque, en realidad, se trata de una fruta. Y hasta no hace mucho era incluso considerada la fruta del verano por antonomasia...No se trata ni de  la sandía ni de la nectarina o el albaricoque. Hablamos del tomate.

A su llegada a Europa, a mediados del siglo XV, no se le acogió tanto como comestible sino como una curiosidad botánica que podía llegar a ser venenosa, según se creía. Pronto se descubrió su aportación como condimento de cocina y finalmente, en forma de salsa y combinado con pasta, triunfó como ingrediente estrella de muchos otros platos.

Hoy en día es un imprescindible en la cocina que se presta a múltiples interpretaciones: en ensalada, en pan, en salsa, con verduras, huevos…la lista es interminable. Pero si existe una receta estiva que causa furor:  el gazpacho, una sopa fría a base de tomate maduro y verduras de la que existen infinidad de variantes. Una de esas recetas que de verdad apetecen cuando aprieta el calor.

Es un plato de muy bajas calorías y de gran poder saciante que ofrece una amplia gama de nutrientes: vitaminas, fósforo, hierro, calcio, magnesio, zinc, cobre, potasio y sodio. Por algo es considerado una bebida isotónica con alto contenido en agua y sales minerales. Pero, no solo es una alternativa gastronómica saludable, sino un entrante delicioso de cualquier comida.

En Casa Urrutia también puedes disfrutarlo. Fresco, sabroso, ligero y sano, nuestro gazpacho elaborado con tomate natural de origen ecológico, viene aderezado con productos de la huerta de los cultivos de la región. Una popular apuesta de la gastronomía andaluza que recuperamos para nuestro menú inspirado en recetas con solera y mucho sabor.

¿Te apetece?

 

 

 

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