PRESTA ATENCIÓN.

Hemos topado con un artículo de Veritas, la cadena de supermercados de alimentación ecológica, con el que nos sentimos plenamente identificados. Y no es de extrañar ya que somos proveedores de esta importante iniciativa que acerca la buena comida a todo el mundo y que, por tanto, se inspira en una serie de valores que compartimos.

En el artículo invitan a cocinar con atención plena como parte de una alimentación sana.  Así apuntan a la importancia de tomar consciencia de lo que se necesita para alimentarse según las necesidades reales y a  cocinar con los cinco sentidos para calmar la mente y disfrutar plenamente del aquí y el ahora.

Comer bien y sano implica, por tanto,  invertir tiempo y energía no como una obligación sino más bien como un placer. El acto de cocinar se convierte de esta manera en el momento ideal para encontrarse con uno mismo lo cual va mucho más allá de la elección de unos  ingredientes naturales o de unas pautas alimentarias equilibradas. Se trata sobre todo de relacionarse con la comida y con uno mismo.

Tal y como señalan, cualquier persona puede llegar a utilizar conscientemente los cinco sentidos, y a reconocerse en los aromas, las formas, los sonidos, los colores y los sabores. Para ello, en Veritas, consideran muy aconsejable adoptar ciertos rituales que contribuirán a crear el clima adecuado. Así, antes de ponerse manos a la obra, es importante hacerse cargo de la propia postura corporal. Sentir los pies en contacto con el suelo, respirar conscientemente y escuchar el latido del corazón son técnicas para centrarse en el instante, reducir las tensiones del cuerpo y percibir el movimiento de la mente. Tres respiraciones profundas, lentas y plenas y ya se puede empezar…

El siguiente paso consiste en observar  los alimentos: los olores, las formas, como se combinan los unos con los otros… Escuchar el aceite en la sartén, contemplar como cambia el color y la textura de las verduras cuando se les añade un poco de sal, sentir el calor que sale del horno…Si resulta complicado concentrarse, no hay que insistir. Existen soluciones más fáciles como simplemente respirar, volver a tomar consciencia de la postura, revisar los utensilios que se tienen a mano…etc. Lo importante es tratar de evitar el modo automático.

El espacio de trabajo además debe reflejar orden, limpieza y armonía. Reflexionar sobre el plato que se va a cocinar, colocar al alcance de la mano todo lo que se necesite para llevarlo a cabo, leer la receta, preparar el bodegón de ingredientes…y hacerlo todo ello con absoluta calma. En definitiva, cocinar con atención plena consiste en un ejercicio de mindfulness gastronómico que, sin duda, va a quedar reflejado en un sabor, textura y aromas especialmente deliciosos.

Una costumbre muy propia de Casa Urrutia. Nuestras recetas son siempre el resultado de un proceso consciente en el que mimamos, atendemos y cuidamos cada ingrediente y cada gesto. Porque nos gusta cocinar como lo hacían nuestras abuelas, libres del peso de las prisas y procurando que cada plato contenga lo mejor de la tierra y de nosotros mismos.

Es el sabor de Casa Urrutia.

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