LA HARINA DE ESPELTA, NUTRIENTE MILENARIO.

La espelta, también conocida como escanda, lleva muchos siglos con nosotros. De hecho, es considerada como el origen de todas las variedades de trigo actuales, aunque haya sido solo en las últimas décadas que visto incrementada su popularidad por las múltiples cualidades nutricionales que ofrece.

El origen de este alimento nos lleva al Irán de hace unos 7.000 años, lugar desde el que comenzó a extenderse su cultivo hacia Oriente. De hecho, se tienen referencias sobre su uso también en el Antiguo Egipto o incluso en China. Después alcanzó Europa, a través de los Balcanes, y en la Edad Media se convirtió en el ingrediente principal para la elaboración del pan de los ricos, ya que para los pobres se dejaba el elaborado a base de centeno. Tras el declive que el cultivo de la espelta experimentó en el siglo XIX, quedó finalmente relegado a elaboraciones tradicionales en núcleos rurales.

Hoy en día su cultivo se está recuperando en zonas montañosas del centro de Europa ya que resiste perfectamente las duras condiciones climáticas de esas regiones. Precisamente su cáscara, difícil de eliminar, le confiere gran resistencia no solo a la severidad del clima si no también a plagas y a enfermedades por lo que se convierte en una opción ideal para el cultivo ecológico.

PERO…¿QUÉ LO HACE TAN ESPECIAL?

Se trata de un cereal altamente energético aunque aporta menos calorías que la harina clásica de trigo. Destaca, principalmente, por su elevado porcentaje de fibra, hidratos de carbono, proteínas de gran valor biológico con aminoácidos como la lisina, vitaminas, minerales y menor cantidad de gluten que otros cereales. En definitiva, un producto perfecto para preparar panes integrales y pastas mucho más sanas. Sin olvidar todo el sabor (ligeramente dulce que recuerda a la nuez) y el aroma especiales que brinda como ingrediente, haciéndonos recordar el placer de la cocina de siempre.

En Urrutia, conscientes de las bondades de la espelta, elaboramos artesanalmente productos de repostería con harina de este cereal milenario y recuperamos el sabor de hace 7.000 años de la manera más dulce….

 

Fuentes: directoalpaladar.com / humanosenelcosmos.
Imagen: Pixabay.

 

 

 

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