INTEGRAL DE VERDAD.

No. No es oro todo lo que reluce. Y es que no todos los productos integrales son integrales de verdad. Para que sean auténticos deben cumplir una serie de requisitos que, la mayoría de las veces, no respetan. Por ese motivo es importante saber dónde mirar para asegurarse de que, cuando se desea consumir un alimento de este tipo, se sabe elegir bien.

La base de cualquier integral es el empleo de cereales (trigo, avena, arroz, centeno, cebada, sorgo, mijo, maiz…) integrales, es decir, los de grano entero puesto que conservan todas sus partes tras la molienda y el tratamiento. Presentan un elevado contenido de fibra el cual se ocupa de regular los niveles de colesterol en sangre, reducir el riesgo cardiovascular y favorecer el tránsito intestinal. El resto son refinados ya que han sido modificados y carecen del salvado y del germen. Pero ¿cómo distinguir unos de otros?

La tarea es ardua ya que los fabricantes suelen emplear ciertas descripciones en las etiquetas que llevan a confusión. «Ricos en fibra», por ejemplo, es una de esas reseñas que acompañan una gran cantidad de productos cuyas proporciones de cereal integral son prácticamente inexistentes (mínimo 6 gr de fibra por cada 100gr) aunque suficientes para poder proclamarse integrales de cara a la galería. Tampoco hay que fiarse de las llamadas «fuentes de fibra» (con un mínimo 3 gr de fibra por cada 100 gr) porque no tienen nada de verdadero «integral» (que obliga a un porcentaje de harinas o cereales integrales superior al 75%).

Por otro lado, que contengan más fibra que cualquier otro producto de su categoría o que indiquen una composición a base de cereales y semillas, no los convierte en integrales. Panes de molde, cereales de desayuno, galletas…son algunos de los alimentos que tienden a abusar de términos descriptivos que apelan a conceptos como salud, vientre plano o control de peso. Pero es crucial no dejarse llevar por la imagen y analizar escrupulosamente el etiquetado.

En Urrutia, puedes estar tranquil@ ya que nuestras galletas y pasteles integrales son de verdad. Elaborados con harina integral y acompañados de sésamo o nueces para potenciar ese sabor que resulta ideal para desayunos y meriendas. Si quieres integral, integral tienes.

Te lo decimos nosotros…y también nuestras etiquetas.

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