FUERA DE TU DIETA.

Lo más habitual es relacionar la buena alimentación con la salud digestiva pero la elección del menú diario también incide directamente sobre el resto del organismo y,por tanto, en el cerebro. De hecho, los expertos aseguran que, con el fin de preservar un cerebro saludable, conviene evitar ciertos productos alimenticios.

Todo el mundo ha escuchado alguna vez lo dañinos que pueden ser los dulces procesados ya que se les relaciona con la aparición de una gran cantidad de problemas neurológicos y por afectar negativamente a la memoria.  Y, de igual forma, son poco recomendables los edulcorantes artificiales, que en grandes cantidades y a largo plazo, pueden interferir en la capacidad cognitiva.

Tampoco el alcohol ayuda y es que puede provocar la llamada «niebla cerebral» o incapacidad de pensar con claridad. Pero también un excesivo consumo de frituras, de alimentos precocinados  y proteínas procesadas puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos degenerativos del cerebro.

Y, por supuesto conviene evitar, entre otros, una ingesta desmesurada de sal y la denominada comida chatarra. A esta última se le atribuye, de hecho, la capacidad de modificar la química del cerebro, de generar síntomas asociados con la depresión y la ansiedad e incluso de provocar síntomas similares a los de la abstinencia. Y la pregunta es¿Qué necesidad hay de arriesgarse cuando existen opciones mucho más saludables?

Por eso, en Casa Urrutia, apostamos siempre por utilizar ingredientes de la tierra y de temporada para asegurar un máximo respeto por el medioambiente y por la salud. Platos y repostería artesanal que pretende halagar el paladar sin renunciar a la comida sana.

Porque cuidarse no significa vivir más tiempo pero sí mejor.

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