ACRILAQUÉ?

Acrilamida, efectos nocivos y cómo reducir su consumo.

Últimamente se habla mucho de la acrilamida, una sustancia a la que llevamos expuestos desde que el hombre descubrió el fuego. Este compuesto químico aparece cuando determinados alimentos, ricos en hidratos de carbono, se someten a una temperatura superior a 120ºC. Y se le considera perjudicial para el organismo.

Los estudios no han determinado su relación directa con la aparición de cáncer o determinadas enfermedades pero sí parece claro que su consumo, y sobre todo el exceso, no ayuda a mantener un buen estado de salud. De ahí la necesidad de procurar, en la medida de lo posible, minimizar al máximo su consumo.

Esto no implica eliminar ciertos productos de la cesta de la compra sino más bien saber cómo tratar ciertos alimentos en la cocina. A la hora de realizar frituras, por ejemplo, es importante evitar superar la temperatura de 160 – 175ºC o los 180 -200ºC cuando se procede al horneado. En lo que se refiere a las patatas, mejor utilizar un producto fresco ya que el congelado, sometido a temperaturas inferiores a 6ºC, experimenta una mayor formación de azúcares y, por tanto, de producción de acrilamida cuando se cocine. Se recomienda además, conservar las patatas en lugar fresco y oscuro y descartar las que presenten zonas verdes o brotes en la piel.

Si una receta requiere un dorado (independientemente de que se trate de pan, patatas,galletas o bizcochos) conviene no exagerar y tratar de conseguir un color canela más que un marrón oscuro. Tampoco el pan debería tostarse en exceso ya que las partes quemadas o carbonizadas contienen elevados niveles de acrilamida.

Apostar siempre por el aceite de oliva virgen, que soporta mejor las altas temperaturas; el café natural de tueste medio o suave o el verde y los métodos de cocción alternativos como el vapor, papillote o a la sal constituyen otra medida de prevención. Y, por supuesto, reservar las patatas, chips y snacks crujientes a ocasiones especiales ya que contienen una alta concentración de acrilamida.

Como vemos, una vez más, con unos pequeños gestos incorporados a la rutina diaria es posible cuidarse. Algo a lo que hay que añadir, sin lugar a dudas, la práctica de hábitos alimenticios saludables optando por platos caseros elaborados con ingredientes de calidad con bajos niveles de acrilamida. ¿Cuándo? Cada día. ¿Dónde? En tu casa. O en Casa Urrutia, claro.

 

Fuentes: miarevista.es/ nutricionysalud
Imagen: Pexels
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