Al realizar la compra algunos pueden encontrarse en la tesitura de no saber qué tipo de huevos van a llevarse a casa. Los hay estándar y ecológicos, principalmente, pero existen distintos tipos de unos y otros y no todo el mundo sabe en qué se diferencian o cómo distinguirlos.
Veamos algunas de las características que más saltan a la vista:
El empaquetado-
Los huevos estándar, que se encuentran en la mayoría de supermercados, se presentan en formato cerrado y, muy a menudo, de cartón y plástico. Los huevos ecológicos sin embargo, para enfatizar su carácter natural también en este sentido, vienen en envoltorios de papel que incluyen sellos de producción de ganadería ecológica, fecha de caducidad y texto explicativo del por qué son realmente ecológicos. Y es que estos últimos se rigen por una normativa muy específica (la CEE nº 2092/91) que prohíbe el empleo de cualquier sustancia química y de origen artificial y obliga a mantener a los animales libres en campos también libres de abonos químicos o plaguicidas.
Numeración-
No son iguales los huevos de gallinas criadas en jaulas, en el suelo (con libertad dentro de una nave), en el campo con acceso al aire libre o en granjas ecológicas (que se crían al aire libre pero además se alimentan de pienso de agricultura ecológica y cumplen las normas de producción orgánica). El código que lleva impreso cada huevo (o la caja de empaquetado) identificará el tipo de procedencia de dichos huevos (3 para gallinas de jaula, 2 para gallinas de suelo, 1 para las de campo y 0 para las ecológicas).
Precio-
Aquí los huevos estándar resultan mucho más económicos debido a un sistema de cría industrial basada en el hacinamiento y que permite una producción casi masiva (por tanto, una reducción de costes importante). Los huevos ecológicos exigen un trato más delicado y natural, en lugares espaciosos, con una alimentación orgánica y selectiva …lo cual afecta directamente al precio final.
Cualidades-
Todos los huevos se componen de cáscara, clara y yema pero su sabor, aroma y textura será muy distinto según se trate de huevos estándar o de ecológicos. Los primeros proceden de gallinas que transcurren su vida en jaulas y cuya longevidad es muy limitada. Se alimentan de piensos que derivan de harinas (de pescado y carne) que contienen colorantes para dotar de color a la cáscara (los huevos ecológicos gozan de un color más intenso y menos artificial). También reciben antibióticos y hormonas y todo ello afecta directamente a las cualidades del producto. Los segundos proceden de gallinas que gozan de libertad, de una alimentación basada en cereales de cultivos de producción ecológica y que están libres de todo tipo de sustancias artificiales y dañinas.
Por eso en nuestra sartén los huevos ecológicos se mostrarán mucho más compactos (menos líquidos), con yema colorida más amarillenta y brillante que naranja opaco e intenso, clara algo menos transparente de lo habitual, y lograrán permanecer en el centro de la sartén (sin esparcirse o estirarse demasiado como los huevos estándar). Por no mencionar que su sabor será mucho más fresco e intenso.
Podemos elegir unos u otros según tratemos de optar por productos más saludables pero también por cuestión de ética ya que comprando huevos de gallinas criadas en jaulas, colaboramos (de forma indirecta y sin ser conscientes) con el maltrato animal. En Urrutia, comprometidos con un mundo sano, sostenible y sabroso, no tenemos ninguna duda. Todas nuestras recetas se elaboran con huevos ecológicos de esas gallinas que corretean libres por los campos y comen de forma natural, como lo hacían en el pasado…Y es que si no ¿cómo se explicaría ese sabor de antaño en nuestros platos y postres?
Fuentes: directoalpaladar/ecologismos.com Imagen: Urrutia.