COMER CON CONSCIENCIA.

Comer es una cosa, disfrutar cada bocado es otra. Y si bien el ritmo frenético de nuestras agendas y responsabilidades nos lo ponen difícil, más en estas fechas,  es posible reconectar con el acto culinario no solo para recuperar sensaciones sino también para mejorar la salud.

Por un lado, al comer despacio y saboreando cada instante se consumen menos calorías y se concede más tiempo a la comida para llegar al estómago por lo que la sensación de saciedad llega antes. Igualmente, al no haber prisas, se ejerce menos presión sobre la dentadura, se reduce la ingesta de aire, se regula el nivel de glucosa y depuramos grasas y toxinas más fácilmente.

Así, que si quieres aprender el hábito de la lentitud en la mesa, solo tienes que incorporar algunos hábitos. El primero consiste en preguntarte si vas a comer porque el cuerpo te lo pide o porque no tienes otra cosa que hacer.  En segundo lugar, busca un lugar tranquilo, sin aparatos electrónicos ni distracciones para que puedas empaparte de la serenidad y sosiego ambiental.

A la hora de introducir el alimento en la boca, procura afrontarlo como si fuese la primera vez que lo pruebas. Intenta masticar sintiendo la explosión de sensaciones como textura, sabor y aromas que se te envuelven. Evidentemente puede resultar complicado al principio, sobre todo por la falta de práctica, así que concédete la oportunidad de ir poco a poco empezando con esta experiencia únicamente con un primer plato, o un segundo o quizá con el postre. Todo ello puede resultar menos complicado si practicas deporte ya que el ejercicio contribuye enormemente a relajar la mente. Al igual  que dormir suficiente y gozar de un sueño reparador reduce el estrés y la ansiedad. 

Desde Casa Urrutia te animamos a practicar esta actitud tan saludable en un entorno de lujo: Ujué. No solo disfrutarás de platos y postres  elaborados artesanalmente con ingredientes naturales y ecológicos. Y por supuesto, con pan de masa madre recién horneado, una muy buena oportunidad para detenerse, respirar profundamente y ensimismarse con el aroma que desprende antes de hincarle el diente.

Relax y salud sobre la mesa!

 

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