COMER CON B.

Alimentarse implica comer de forma equilibrada y aportar nutrientes variados a nuestro organismo. Una tarea que resulta mucho más fácil de lo que parece. De hecho, brindarle al cuerpo la energía necesaria puede hacerse con platos sencillos y sabrosos. Hoy, por ejemplo, hablamos de la vitamina B, tan esencial como accesible.

Su labor es clave en reacciones cruciales concebidas para el mantenimiento de la vida como el latido del corazón, el transporte de oxígeno, la memoria o la integridad cutánea. No se encuentra en la grasa de los alimentos ni se almacena por lo que pueden surgir deficiencias con relativa facilidad. Por este motivo conviene estar atentos a realizar un consumo regular por medio de alimentos frescos y de calidad.

Y el abanico es bien amplio. Desde cereales integrales como la avena, el arroz o el trigo; los frutos secos, las verduras como la escarola o las espinacas;  las alubias, los guisantes, los garbanzos y las lentejas entre otras legumbres; la leche, el queso, los huevos, el pescado y la carne son algunos de los alimentos que logran aportar una buena dosis de vitamina B. Todos ellos pueden fácilmente distribuirse a lo largo de la jornada como plato o picoteo. Eso sí, se recomienda cocinar al horno y al vapor para minimizar la pérdida de nutrientes y aprovechar al máximo sus beneficios.

Pero si esta enumeración resulta abrumadora, la buena noticia es que no es necesario hacerse  una lista exhaustiva, basta con limitarse a la premisa de comer de todo. Por eso en Casa Urrutia ofrecemos siempre un menú variado y toda una selección de productos ecológicos regionales de nuestra Agrotienda para que cumplir con esta regla de oro se convierta en un auténtico placer.

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