Cada vez más se insiste en la necesidad de recuperar la cocina en casa, algo para lo que una gran mayoría carece de tiempo. Sin embargo, no se trata de una propuesta caprichosa de la que se hacen eco los medios sino de un buen consejo para los que quieren gozar de buena salud.
La comida, desafortunadamente, ha terminado por convertirse en la simple ingesta de combustible que se mide por el número de calorías que posee. Una visión simplificada de la alimentación que no puede sino jugar en contra del propio bienestar físico. Pero, aunque parezca misión imposible, volver a los guisados de toda la vida, las tortillas caseras o el pescado al horno, todavía es posible.
Por un lado, no hay que olvidar que prescindir de los platos preparados implica un interesante ahorro que,sin duda, resulta bastante atractivo. Al margen de este incentivo económico, incorporar ingredientes de calidad solo puede repercutir positivamente en nuestro organismo. ¿Cómo superar la barrera de la escasez de tiempo o de la inexperiencia en la cocina?
Optando por pequeñas mejoras que no supongan un excesivo esfuerzo. Quizá se puede comenzar con un desayuno en condiciones o con una cena sencilla. La web está repleta de ideas sanas y fáciles que pueden utilizarse como fondo de armario gastronómico, es decir, como una pequeña variedad de recetas que impliquen cierto perfeccionamiento alimenticio pero que eviten caer presa del aburrimiento culinario.
Es, al fin y al cabo, un punto de partida relativamente accesible y muy efectivo. Y es que todo es empezar, porque una vez iniciado el sendero de la buena alimentación, se empieza a experimentar una mayor sensación de energía y vitalidad que quedó olvidada en su día por la comida basura o exprés.
En realidad basta con ser algo más flexible y organizarse apenas un poco más en la cocina. Y recuperar los menús de antes, los más humildes si se desea, para ir paulatinamente incorporando platos sanos en la dieta habitual. Y, cuando falten el tiempo, las ganas o la oportunidad, siempre hay un lugar en el que disfrutar de recetas saludables, tradicionales y de elaboración artesanal en un entorno natural envidiable: Casa Urrutia, para comer como lo hacías en casa de tu abuela. Sano y rico rico.