Es uno de los imprescindibles en cualquier aperitivo. Acompañada con un pedazo de pan (o a solas) resulta una auténtica exquisitez. La chistorra, sin embargo, no ha sido siempre tan apreciada ya que en sus orígenes servía simplemente para alimentar a la familia con las carnes que restaban de los cerdos. Era, en definitiva, un recurso de supervivencia más que un placer para el paladar.
Hoy en día, sin embargo, las cosas son distintas. La técnica ha variado ligeramente y también lo ha hecho la materia prima (ahora se seleccionan las mejores piezas para elaborarla) pero sobre todo se considera un manjar caracterizado por su calidad y sabor. Esta particular «longaniza», que cuenta con orígenes marcadamente vascos y, por derivación, nórdicos, goza de un éxito indiscutible en Navarra (y no sólo) tanto como refrigerio como acompañamiento de estofados y platos tradicionales.
Y, como no podía ser de otra manera, Casa Urrutia es un lugar en el que poder desgustarla junto a unos deliciosos huevos ecológicos con jamón y patatas. Un plato que mezcla sabores y texturas para saciar el apetito más voraz de una manera humilde, tradicional y deliciosa. Por este motivo, cualquier paladar que apueste por las comidas sencillas y nutritivas no puede perderse esta perfecta combinación de ingredientes.
Así que, cualquier día de 10am a 12pm todos pueden disfrutar de un almuerzo rico y con fundamento. Con pan de hogaza y masa madre de nuestro Obrador, por supuesto.