CARENCIAS NUTRICIONALES.

En ocasiones son síntomas que se confunden con una simple sensación de cansancio o un ligero malestar que no termina por concretarse. Pero lo cierto es que las carencias nutricionales dan señales y es importante advertir su presencia. Síntomas como fatiga física o mental o cierta facilidad para contraer pequeñas infecciones deben hacer saltar las alertas.

Si bien el padecimiento de ciertas deficiencias no siempre se manifiesta de la misma manera en todas las personas, existen algunos indicios comunes que revelan debilidad, falta de energía, susceptibilidad ante virus estacionales…etc. Es decir, que no se está como se debe estar. ¿Cómo saber si los niveles de nutrientes en el organismo son inferiores a los que este necesita? 

Cuando lo que se experimenta agotamiento, pérdida de volumen muscular, retención de líquidos o tendencia a sufrir infecciones, se puede deber a una falta de proteínas muy habitual en personas que han renunciado a comer carne y pescado. Para compensarlo, se suele recomendar el consumo de legumbres complementadas con cereales, frutos secos y semillas.

La falta de hierro, por su parte, se delata por la somnolencia, problemas de concentración, palidez, mareo, dolor de cabeza, uñas quebradizas y caída del cabello…Una problemática muy extendida especialmente entre las mujeres debido a la pérdida de este mineral durante la menstruación. Lo más aconsejable en estos casos es recurrir a alimentos como lentejas, legumbres, sésamo, verduras de hoja verde, cereales integrales y frutos secos, cuya asimilación mejora con la ingesta de vitamina C.

Si en lugar de decaimiento aparece el nerviosismo, cierto ánimo depresivo, mareos y calambres musculares, entonces puede que se padezca falta de magnesio. Esta deficiencia no suele ser habitual ya que parece sencillo alcanzar la cantidad mínima necesaria para el cuerpo pero puede suceder. En este caso existen ciertos alimentos que pueden ayudar como los frutos secos, la avena, maiz, verduras de hoja verde y cacao puro. Aunque, en cualquiera de las situaciones descritas, lo más conveniente es acudir en primera instancia al médico.

Existen otras insuficiencias nutricionales como la falta de vitamina B12, imprescindible para producir glóbulos rojos y transportar oxígeno así como para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y metabólico. Suele manifestarse con abatimiento, anemia, sensación de hormigueo en extremidades o desorientación, entre otros síntomas, para cuya resolución suele prescribirse un suplemento específico.

En Casa Urrutia apostamos siempre por una alimentación equilibrada y variada que impida la aparición de este tipo de situaciones. Y no solo eso, somos defensores del empleo de ingredientes lo más naturales y ecológicos posibles para que comer de todo se convierta en comer muy sano. Y, por supuesto, rico. Para eso tenemos las recetas heredadas que transmiten todo el saber gastronómico de aquellas manos artesanales que cocinaban lento, bueno y con cariño.

¿Qué te apetece probar? 

Fuente: Veritas

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