Todos nos hemos preguntado alguna vez si se puede consumir un producto caducado o si la fecha indicada en la etiqueta es algo más que orientativa. Y lo cierto es que hay una clara diferencia entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente, que es lo que va a marcar la diferencia y dar respuesta a la cuestión.
Si bien algunos alimentos como la sal, azúcar, miel, aceite, vinagre y especias poseen una vida útil muy larga (no es que jamás caduquen), y, por ese motivo, se les atribuye una fecha de consumo preferente, es decir, la delimitación de un tiempo en el que la textura, color y sabor permanecen estables y la calidad está garantizada. Transcurrido ese plazo, será necesario comprobar las condiciones en las que se encuentra para descartar o no su utilización. Puro sentido común.
Los productos más perecederos, por su parte, cuentan con una fecha de caducidad propiamente dicha y esta indica el momento hasta el cual el alimento se puede consumir de forma segura siempre y cuando se haya respetado el modo de conservación. Más allá, el consumo está desaconsejado. Este tipo de indicaciones suele estar presente en el etiquetado de carnes, pescados, yogures, quesos, frutas y hortalizas…Eso sí, de congelarse el alimento, su vida útil puede prolongarse uno o dos meses pero, una vez descongelado, se debe consumir en el mismo día según señalan los expertos.
La verdad es que en Casa Urrutia todos nuestros productos cuentan con una fecha de consumo o de caducidad, según de qué alimento se trate…aunque lo más habitual es que nunca llegue a respetarse. Y es resultan tan tentadores que cualquier espera se hace eterna. Eso es lo que se llama, fecha de consumo inmediato…
¿Qué va a ser hoy? ????
¿ALIMENTOS INMORTALES?
