Es como una doble sensación o un sentimiento encontrado. Cuando se habla de chocolate se nos alegra el alma solo de pensar en hincarle un diente pero nos tiembla la conciencia al considerar la carga calórica que puede aportar. Pero este manjar, consumido de forma prudente, no solo no engorda sino que aporta grandes beneficios para la salud.
Procede del cacao, que tiene su origen en la palabra azteca “cacahuatl”. Según la leyenda de este antiguo pueblo, era el más bello árbol del paraíso y se le presumían virtudes extraordinarias como calmar la sed y el hambre, curar enfermedades y proporcionar sabiduría universal. Para los mayas representaba longevidad y vigor del cuerpo y se recetaba como reconstituyente, estimulante y relajante. Una auténtica medicina, al fin y al cabo.
Hoy en día, si bien no es considerado propiamente un producto medicamentoso, sí se le atribuyen propiedades de gran interés para el bienestar físico. Regula la presión arterial, mejora la memoria, ayuda a prevenir la diabetes y problemas cardiovasculares y contribuye a mantener una piel más sana, por mencionar algunas de sus fortalezas.
Se puede aplicar de forma tópica como producto de belleza. Existen, de hecho, numerosas mascarillas, exfoliantes, jabones y cremas que contienen cacao como ingrediente activo principal. Pero el placer que produce en el paladar es , tal vez no mejor, pero sí diferente…Eso sí, para aprovechar todos sus nutrientes y beneficiarse de todo su potencial, conviene optar por formatos con un mínimo de 70% de cacao puro, para aportar al cuerpo más nutrientes que azúcar u otras sustancias.
Y en Casa Urrutia nos gusta mucho el chocolate. Y del bueno, tanto para nuestras recetas como para disfrutar a trocitos. De hecho en nuestra Agrotienda disponemos de chocolates de producción local y de calidad artesana con todo su valor nutritivo y su sabor más natural. Para que te alegres el cuerpo y también el alma.
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Fuente: Cuerpo mente.