AL CONGELADOR.

Existen multitud de mitos acerca de la congelación de los alimentos,un sistema cómodo y práctico que permite alargar su vida útil, reducir el desperdicio de comida y ahorrar. Y si bien la mayoría de las personas recurren a él de forma habitual, desconocen algunas pautas básicas para hacerlo correctamente.

Para empezar es necesario recordar que de esta manera se ralentiza el crecimiento de microorganismos causantes de la descomposición pero no mejora la calidad del producto. Es decir, que si se congela un alimento en mal estado, tras descongelarlo seguirá en las mismas condiciones.

Por otro lado, es crucial mantener una temperatura constante de –18 ºC o menos, algo que no todos los congeladores garantizan. Además, si se abre el congelador constantemente la temperatura variará por lo que el tiempo de conservación se irá reduciendo. Por este motivo, lo más recomendable es tratar de contar con un electrodoméstico de calidad y evitar continuas aperturas.

Igualmente se aconseja mantener en equilibrio la capacidad del congelador. Si está excesivamente sobrecargado o, por el contrario, demasiado vacío, no se logrará la optimización térmica necesaria para asegurar la preservación adecuada de los productos alimentarios. De ahí que lo ideal sea procurar que siempre esté al menos al 75% de su  almacenaje de manera que no se pierda temperatura cada vez que se abre..

Por último, conviene introducir los alimentos bien fríos o bien a temperatura ambiente para así lograr una congelación más rápida con cristales de hielo más pequeños, es decir, para que no pierdan textura ni vean alterado su sabor.

Y cuando no quieras descongelar o te apetezca una buena ración de comida casera y artesanal, siempre puedes contar con Casa Urrutia: menú tradicional y postres elaborados como antaño para recuperar el sabor de hogar.


Fuente: evamuerdelamanzana

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