Se dicen muchas cosas sobre la alimentación y sobre el control de peso y, a veces, resulta difícil saber cómo acertar. Pero en lo que que sí parece haber acuerdo es en la importancia de algunos productos básicos y la necesidad de incluirlos en toda dieta. Entre ellos se encuentran el aceite de oliva, el pan y la pasta…
La cocina mediterránea ofrece sabores variados e intensos, suaves y deliciosos, capaces de adaptarse a cualquier paladar. Y uno de sus grandes pilares es el conocido como oro líquido, responsable de la salud cardiovascular y del exquisito aroma de los platos tradicionales. Es el aceite, a ser posible virgen extra, que, además, favorece la función digestiva, combate el estreñimiento, contribuye a una correcta mineralización de los huesos y, de esta forma, aumenta la longevidad.
La pasta es otro de los alimentos esenciales de gran valor nutricional. Denostada por los regímenes y dietas, ha recuperado el lugar que se merece gracias a las conclusiones de muy diversos estudios que confirman sus importantes beneficios. Aporta energía de forma gradual, reduce el apetito (y el consecuente consumo de caprichos poco saludables), contribuye a mejorar la digestión y es baja en grasas. En formato integral ofrece un alto aporte de potasio y fósforo y, al ser rico en fibras, mejora el tránsito intestinal.
En cuanto al pan, ¡qué decir!. Es uno de los alimentos más populares de nuestra gastronomía y al que much@s han renunciado por temor a ganar peso. Sin embargo, consumido de forma equilibrada, proporciona una buena dosis energética gracias a los hidratos de carbono, posee altos niveles de vitaminas y nutrientes que evitan el ascenso de glucosa en la sangre, previene la aparición de enfermedades crónicas y ayuda a frenar el envejecimiento celular. Sin duda, un bocado lleno de salud.
Eso sí, tiene que ser del bueno, del artesano, del de toda la vida. No solo su apariencia será diferente sino también su sabor y texturas. Crujiente por fuera, esponjoso e irregular por dentro…Si quieres recuperar ese aroma auténtico, puedes hacerlo con las hogazas recién horneadas de nuestro Obrador.
El pan de cada día, pero de verdad.