SABER CUIDARSE.

Peligros de la comida rápida. Salud. Comer sano. Comer bien. Sentarse a la mesa.

Hoy en día el ritmo de vida en el que nos vemos inmersos es realmente frenético y exigente. Una
circunstancia que favorece, en muchos casos,​ el descuido de la alimentación con el fin de cumplir con
todas esas tareas y quehaceres que llenan la agenda.​ Algo que suele conducir a la tentación de la
comida rápida, esa que resuelve una necesidad fisiológica sin ocupar demasiado tiempo. Sin
embargo, incorporarla de forma habitual en la dieta tiene serios efectos sobre la salud

Para empezar se trata de ​productos que se consumen velozmente ​y que, por tanto, generan
digestiones más lentas y pesadas además de estreñimiento y gases. A largo plazo ​pueden provocar
problemas más importantes ​como la obesidad, diabetes, hipertensión arterial, aterosclerosis y otro
sinfín de patologías serias entre las que se incluye el cáncer.

Los efectos secundarios de una decisión aparentemente tan liviana como recurrir a la comida rápida
para poder continuar con las responsabilidades del día a día, puede acabar interfiriendo esa misma
rutina con la aparición de diversas enfermedades. Parece, por tanto,​ mucho más práctico y sano
«robar» un poquito de tiempo a las obligaciones cotidianas para comer con fundamento​ y aportar la
energía y los nutrientes realmente necesarios al organismo.

En ​Casa Urrutia​ apostamos, precisamente, por las comidas de siempre, esas que más que llenar el
estómago alimentan de verdad. Manjares que ofrece la naturaleza, de productores regionales y que
cocinamos al estilo tradiciona​l. Menús elaborados artesanalmente que recuperan el sabor con
frecuencia olvidado de los alimentos cultivados con mimo​. En definitiva, una experiencia de comida
lenta (que no tediosa) en el que es posible sentarse a la mesa y disfrutar de cada bocado. Porque
tomarse un respiro y alimentarse como es debido es un placer que revierte en la salud.

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