NÉCTAR DIGESTIVO.

Bebida tradicional, de alto contenido alcohólico y fruto de la maceración de endrinas. El pacharán, conocido en Navarra desde la Edad Media, es ese licor de toda la vida que muchos todavía elaboran en sus propios hogares. Considerado muy digestivo, fue la pócima sanadora de los males estomacales de la reina Blanca de Navarra allá por el siglo XIV. Y a día de hoy sigue manteniendo su reputación como elixir calmante para comidas copiosas.

Pero este néctar reparador, no experimentó su verdadero auge hasta 1956 cuando comenzó a comercializarse al resto del país. De intenso color rojo brillante, con matices anisados que recuerdan a las frutas silvestres y azúcar que intensifica el gusto, su peculiar sabor fue conquistando las regiones más cercanas hasta extenderse al sur de Francia. Una tradición navarra que sedujo irremediablemente a su paso y cruzó fronteras.

Ahora cualquier gran comilona que necesite ser aligerada o sobremesa que persiga algo de chispa y alegría, no puede ignorar el valor del patxarán. Cierto es que no todos los paladares están preparados para el énfasis y la potencia de su sabor por lo que siempre existen formas alternativas de degustarlo sin perecer en el intento.

Los dulces elaborados con este singular licor, son, de hecho, una de esas maneras de mitigar el vigor gustativo que posee. Así, en Casa Urrutia, fieles a las tradiciones de nuestra tierra, preparamos nuestros mantecados de patxarán que combinan el afrutado aroma de los arañones con una suave y firme textura para crear postres ligeros y muy sabrosos. Ideales para terminar cualquier banquete o para experimentar un momento cargado de originalidad y tradición.

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