Conciliar el trabajo, la familia, los estudios, las relaciones sociales…ocupan gran parte del tiempo por lo que, en general, quedan pocas ganas y poco hueco para dedicar a la cocina. Pero es posible resultar altamente eficiente y preparar los platos caseros de la semana si se siguen ciertas pautas…
Uno de los primeros pasos consiste en interiorizar la importancia de dedicar al menos un rato a esta tarea (que fácilmente puede convertirse en todo un placer). Y es que la salud y la cartera se pueden ver notablemente beneficiadas. Si se logra aceptar la necesidad de corregir los malos hábitos alimenticios, el resto es coser y cantar…
Es muy aconsejable contar con alguna receta comodín a la que se pueda recurrir en esos días en los que la agenda consume la jornada y no se puede extender demasiado el tiempo en cocina. Se caracterizan por ser sencillas, de fácil preparación y a base de ingredientes que habitualmente se tienen en casa.
Escoger ingredientes que se cocinen rápido (filetes, huevos, pescados, espinacas, calabacín…etc) así como utilizar técnicas de cocción pasivas, es otra de las recomendaciones para comer sano sin necesidad de invertir horas en los preparativos. Y, por supuesto, emplear las sobras de los días anteriores para elaborar nuevos platos permite salir de apuros sin tener que recurrir a los precocinados del supermercado.
En definitiva, aunque se relegue al fin de semana la elaboración de recetas más complejas, se puede mantener una alimentación adecuada de lunes a viernes. Un poco de organización, interés y selección adecuada del menú constituyen el manual de supervivencia semanal. Y si la rutina te sorprende fuera de casa, siempre puedes pasarte por Casa Urrutia a disfrutar cualquiera de nuestros platos tradicionales. Será como comer en casa. O en la de tu abuela.
Fuente: evamuerdelamanzana Imagen: Pexels